Fundidores

75° Aniversario y Día del Fundidor

7 de Septiembre de 1946/2021

75° ANIVERSARIO DE CAMARA DE INDUSTRIALES FUNDIDORES DE LA REPUBLICA ARGENTINA

Mensaje dedicado a quienes tienen como profesión el moldeo de piezas y el colado de los metales, empresas Proveedoras y para toda la familia de la Industria Nacional Metalúrgica, en su conjunto.

Como presidente de CIFRA, no puedo dejar pasar este nuevo aniversario, para enaltecer los orígenes de nuestra actividad industrial y hacer propicia la ocasión para realizar un breve comentario sobre la industria.

Un 5 de Junio del año 1904, un grupo de Industriales Metalúrgicos del país, en su mayoría Fundidores, constituyeron lo que actualmente es la ADIMRA. Luego, un 7 de Septiembre de 1946, precursores de nuestra actividad fundaron la “Cámara de Industriales Fundidores”, pasando a ser la primera Institución Sectorial en el marco interno de dicha Asociación.

Rescatando esto último, considero importante también hacer mención sobre algo histórico para nuestro sector y la metalurgia en su conjunto. Cuando la República Argentina todavía ni siquiera era algo presunto, ya en esta región de nuestro Continente, se fabricaban piezas fundidas. Si bien hubo otros emprendimientos menores en épocas de la Conquista y luego del Virreinato del Río de la Plata, a partir de la obtención de ciertos elementos metálicos de origen minero, o la ejecución puntual en la producción de las primeras Campanas en el norte y de Cañones para la defensa del Fuerte de Santa María de los Buenos Aires en plenas invasiones inglesas, podemos destacar en la figura de “Fray Luís Beltrán”, Capellán del Ejercito Libertador, a cargo de cientos de hombres trabajando en los Talleres de Maestranza del Plumerillo, Mendoza, a quien rescata la historia como nuestro gran precursor.

Nos referimos, nada menos, a quien se convirtió por ideología y por sus conocimientos sobre metalmecánica, en un importante icono local para la Liberación de América, pero además, “en el artífice de la primera expresión reconocida y registrada, dentro de nuestro territorio, de un desarrollo de escala industrial vinculado a la metalurgia”, en especial, con el manejo de las técnicas de Moldeo y Colado (Fundición). Este hombre de la historia, se encargaba en dicha Maestranza del Ejército, a la producción seriada de poleas, proyectiles, cañones, municiones, carretones y herraduras, entre otras piezas militares.

Es por tal motivo, que en este día reivindicamos en su figura al “Primer Fundidor” y natural “Patrono de la Industria Metalúrgica Argentina..

Nuestro distinguido pionero, de quien se desprende nuestro legado, nació en la Provincia en Cuyo – (San Juan) el 7 de septiembre 1785 y fallece en 1827 en la Ciudad de Buenos Aires, siendo sepultado con hábitos de su Orden, en lo que hoy conocemos como el Cementerio de la Recoleta.

Lo que muchos no deben saber con nivel de reseña importante, es que sus restos no recibieron el adecuado cuidado y hoy, no existe un lugar particular dentro del mencionado Cementerio donde ubicarlos. Un hecho real, tan curioso, como increíble e irreparable. Pareciera que el ambiente Político/Social, tuvo y tiene siempre cosas más importantes que hacer. Como conclusión de lo indicado, no cabe duda que se descuidaron nuestras particulares raíces, nuestra esencia. Se trata, nada menos, que haber perdido en el anonimato, al primer eslabón de la Industria Metalúrgica Argentina.

Al respecto, considero que es muy oportuno tomar este particular caso de nuestra historia como una imperdible enseñanza, realidad que me encuentra convencido, para lo cual, correspondería revertir ciertas situaciones, comenzando por reivindicarnos, hecho por el cual les propongo, de aquí en adelante que empecemos, definitivamente, a “honrar” con mayor énfasis a nuestra tradición industrialista; “distinguirnos a partir de la rica historia de la Industria Metalúrgica del País; “resaltar” trayectorias de nuestros profesionales; “reverenciar” la Cultura del Trabajo; “hacer juntos” un promisorio futuro y comprometernos a trazar el rumbo para robustecer la unión del sector industrial, manteniendo con total entereza las ilusiones para que este humilde mensaje de encuentro y confraternidad, se consolide para siempre.

Si de algo no me podría olvidar nunca, fue cuando hace años participamos institucionalmente en la Ciudad de Tandil, en la inauguración del monumento en “homenaje al Fundidor”, un hecho, sin precedente en la industria. Muy pocos pueden definir lo que se siente al pié de su majestuosa imagen, tal vez, una mezcla de orgullo y compromiso, presión por lo que impone. Lo que sí estoy seguro, es que aún siento una sensación de profundo privilegio.

Hoy, en un mundo de libre competencia, sujeto al avance de la Ciencia, la Tecnología, Innovación y el Conocimiento en sus más altas expresiones, no cabe duda que la Industria de la Fundición tiene por delante mucho camino por recorrer y un responsable papel que cubrir. Somos parte de la cadena productiva del mercado Automotriz, Bienes de Capital, Ferroviaria, Minera, Siderúrgica, Naval, Obra Pública, Luminarias, Oíl & Gas, etc., prácticamente, puede decirse que no coexistiría el desarrollo de manufacturas en un saludable ámbito de “integración y complementación industrial”, sin contar con la industria de la fundición, por lo que estoy seguro del protagonismo y del futuro que tendrá nuestro país, aportando fabricación competitiva de componentes moldeados y fundidos en metales ferrosos y no ferrosos, en la composición del heterogéneo tejido industrial.

Si miramos el impacto que nuestra actividad tiene en la sociedad en la que está inmersa, no cabe duda que el saldo es altamente positivo. La Fundición es una industria sustentable desde su esencia, la economía circular esta en nuestro ADN, de hecho somos los primeros recicladores de la humanidad, y si miramos el impacto que la fundición causa en la vida de las mujeres y hombres que conforman su fuerza laboral ocurre algo similar, es muy común encontrar entre nuestras filas gente con más de 25 años trabajando en la misma empresa que ingresaron siendo adolescentes prácticamente sin formación y hoy son oficiales múltiples con conocimiento profundo del trabajo, simultáneamente nuestros cuadros  medios suelen ser cubiertos con profesionales de las más diversas ramas. Esto último, no hace más que demostrar que esta actividad a la que dedicamos la vida con pasión genera la movilidad social ascendente que tanto necesita la Argentina en el siglo 21.

Compartimos el mismo comienzo y conservo la gran ilusión que alcanza a todo el marco metalúrgico, al pensar en alcanzar la mayor grandeza para librar capacidad en las prácticas de consensos apoyados de la virtud del diálogo y de la conformación de alianzas como instrumentos creativos para ampliar nuestra perspectiva sobre los diversos temas, con el cristalino propósito de contribuir al objetivo que nos encauce definitivamente hacia el desarrollo y crecimiento sostenido de la actividad industrial. Es indudable que el futuro de la industria del país, dependerá en mejorar, juntos, lo que hacemos individualmente.

Creo, sinceramente, que en una fecha tan particular, solo cabe formularle a la amplia familia que concierta la Industria Metalúrgica, iniciar un nuevo camino rescatando nuestros altos valores, compartiendo festivos momentos como el del presente aniversario, compartiendo con orgullo el Día del Fundidor, Fundación de la Cámara y Día del Metalúrgico,  ya que por un lado, afirmo que debemos reconocer que es parte de nuestra responsabilidad elevar en lo más alto estas banderas y en segundo término, como industrial, también siento que realmente lo merecemos.

Participamos a todos de esta reveladora fecha anual con Felicidad!!!!!

Pablo Gaspari

Presidente

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